Hay muchos textos con frases latinas que tienen apariencia española y cuya autoría se pierde en los tiempos. Quizás sean argucias de profesores o de alumnos de latín, para hacer más llevaderas las clases de esta asignatura.
Ya decía Indro Montanelli en su Historia de Roma: «los muchachos romanos tenían que fatigarse menos que los de hoy. El latín lo sabían ya. Si hubiesen tenido que estudiarlo, decía el poeta alemán Heine, no habrían encontrado jamás tiempo para conquistar el mundo.»
Veamos algunas de estas frases de traducción tan obvia como incorrecta:
Peccatum est legere libros ecclesiae.
No significa «es pecado leer los libros de la iglesia», sino ‘es pecado robar los libros de la iglesia», ya que el verbo legere significa ‘leer’, pero también ‘coger’.
Iovi rosas secas.
Pronunciado en español suena como «yo vi rosas secas», pero significa ‘tú cortas rosas para Júpiter’.
Sub ponteque no.
Pronunciado en español suena como «suponte que no», pero significa ‘y nado bajo el puente’.
Mater tua mala burra est.
No significa «tu madre es una mala burra» sino ‘tu madre come manzanas rojas’.
Non es pecatum occidere patrem suum.
No significa «no es pecado matar al padre suyo» sino ‘no es pecado matar al padre de los chanchos’.
Cedo mi sopita de caldo de carne para tu lora.
No significa lo que precisamente dice, sino ‘Vamos, tú, adormecida por el calor, prepara tientos (sacándolos) de la carne’.
Vacat toro ter Nero.
No significa «vaca, toro, ternero» sino ‘Nerón reposó tres veces en el lecho’