Algunos padres esperan con ansias el momento en que deben quitar los pañales a sus hijos, sin embargo, el proceso puede resultar largo y complejo.
La técnica de Julie Fellom requiere compromiso, atención y dedicación. Es un método que involucra llevar las “pompas al aire”, lo cual significa que durante tres meses, después de haber iniciado el procedimiento, tu hijo deberá ir desnudo de cintura para abajo cuando esté en la casa, y llevar pantalones sueltos -sin ropa interior- cuando esté en la calle o guardería.
Los pañales y ropa interior de entrenamiento, pueden usarse durante la siesta y al momento de dormir, pero si los usas con más frecuencia, retrasarás el progreso de tu hijo.
De acuerdo con Fellom, “el método de los tres días sólo funciona si tu hijo va desnudo de cintura para abajo”, e insiste que “nunca deberá llevar pantalones en la casa durante los tres primeros meses”.
¿Qué necesitas para tu fin de semana de entrenamiento?
Necesitarás varias bacinicas en la casa (lo ideal sería tener uno en cada área principal y en el baño), mucha agua o jugo diluido para beber y botanas que le ayuden a hacer pipí, como: paletas de frutas o botanas saladas que le hagan tener sed. También, utensilios para limpiar cualquier accidente (trapos, jabón y cubeta con agua).
En caso de que salgas, deberás llevar varios pantalones, por si se moja. Incluso, resulta útil tener un orinal de viaje. Pon una toalla o algo absorbente sobre el asiento del auto, a fin de protegerlo de escapes. Fellom recomienda una piel o zalea de oveja, misma que podrás cortar por la mitad para que encaje alrededor del cinturón de seguridad; tendrás un absorbente lavable y reutilizable.
Primer día:
A partir de que el bebé despierte, debe estar desnudo de la cintura para abajo. Papá y mamá, deben vigilar al niño para saber cuándo tiene que hacer sus necesidades. Cuando comience a hacerlo, llévenlo al orinal más cercano.
Durante el día, todos deben comer botanas saladas o alimentos de alto contenido en agua, además de beber muchos líquidos para que vayan con frecuencia al baño.
Papá o mamá tengan que usar el baño, lleven al niño con ustedes. Demuéstrenle cómo se bajan los pantalones y la ropa interior, se sientan en el inodoro, hacen sus necesidades, tiran de la cadena y se lavan las manos.
Celebra con bailes o palmadas los éxitos de tu hijo cada vez que atine en el orinal, incluso si sólo fueron unas cuantas gotas de pipí. Después de haber atinado entre 10 y 12 veces, dice Fellom que los niños suelen usar el bacín, solos.
Si tu hijo tiene un escape, no le digas “no pasa nada”. En lugar de eso, dile en un tono ligeramente desaprobador: “El pipí/la caca va en el orinal”, y ayúdale a limpiarlo poniendo tu mano sobre la suya, pero no le grites ni lo hagas sentirse avergonzado por tener escapes. Toma en cuenta que ocurrirán.
Antes de la siesta y de acostarse por la noche, dile a tu hijo que es hora de usar la bacinica (nunca le preguntes si desea hacer pipí porque generalmente dirá que no). Ponle un pañal justo antes de dormirse, a menos que estés segura de que permanecerá seco.
Segundo día:
Sigue las instrucciones del primer día. La única diferencia es que en el segundo día podrán salir todos a la calle durante una hora por la tarde. Espera a que tu hijo haga pipí en el orinal y luego salgan de inmediato.
“El objetivo es que relacione usar el orinal con salir de la casa”, según Fellom, de esta forma puedes “entrenar a tu hijo a hacer pipí voluntariamente” antes de partir.
Cuando salgas, haz que tu hijo lleve pantalones sueltos sin nada debajo. Que no lleve pañales ni ropa interior de entrenamiento, ni ropa interior normal. La meta es que salir y llegar a la casa sin que tenga escapes, y sin tener que usar el orinal cuando estén fuera; lleva un cambio de ropa por si ocurre un accidente.
Fellom recomienda quedarse cerca de la casa y no salir en el auto. Ve a caminar por el vecindario (incluso una vuelta a la cuadra) o ve a un parque cercano. Lleva contigo un orinal portátil en caso de que tu hijo diga que tiene que hacer pipí cuando están fuera, pero es poco probable en esta primera etapa.
Tercer día:
Sigue las instrucciones del primer día, pero durante el tercer día, tu familia puede salir durante una hora por la mañana y otra hora por la tarde. Haz que tu hijo use la bacinica antes de salir de casa.
Una vez más, haz que tu hijo lleve pantalones sueltos sin nada debajo. Lleva el orinal portátil y un cambio de ropa.
¿Qué pasa si no da resultado?
Si tu hijo no aprende a usar el bacín tras el fin de semana de entrenamiento, Fellom recomienda esperar entre seis y ocho semanas para probar de nuevo: “Si tu hijo tiene un porcentaje de éxito por debajo del 75% o no parece darse cuenta cuando se hace pipí encima, detén el proceso y vuelve a probar más adelante”.