¿Sabías por qué se dice que es EL CUENTO DE NUNCA ACABAR de un asunto cuyo fin o solución se retrasa indefinidamente?
La locución proviene de una clase de cuentos llamados de nunca acabar o de la buena pipa.
La característica de estos cuentos es que prometen un relato interminable, pero no cuentan nada en realidad y se agotan a si mismos en una recursividad sin fin, provocando la frustración y el agotamiento del oyente.
Un par de ejemplos podían ser los siguientes:
Había una vez un rey sentado en su trono que le dijo a su esclava: “Cuéntame una historia”, y la esclava comenzó: “Había una vez un rey sentado en su trono…”
– ¿Quieres que te cuente el cuento de nunca acabar?
– Sí.
– Yo no te digo ni que sí, ni que no, yo sólo te digo que si quieres que te cuente el cuento de nunca acabar.
– Bueno.
– Yo no te digo que ni bueno ni malo, yo sólo te digo que si quieres que te cuente el cuento de nunca acabar
(… y así hasta el aburrimiento del oyente…)
Así, cuando a un asunto no se le adivina la conclusión por una sucesión indefinida de demoras, se le aplica el epíteto de cuento de nunca acabar.