El alcohol reduce las posibilidades de embarazo. Si una mujer está intentando quedarse embarazada, se le recomienda encarecidamente que evite por completo el consumo de alcohol, especialmente en la segunda mitad del ciclo menstrual. Este periodo es de vital importancia, ya que en él se crean las condiciones óptimas para la implantación de un óvulo fecundado en la pared uterina. Según las investigaciones, la concentración de hormonas como la progesterona alcanza su punto máximo, lo que favorece la preparación del endometrio. El consumo de alcohol en este momento puede perturbar este proceso, lo que reduce considerablemente las probabilidades de éxito de la concepción. Los resultados de un estudio publicado en la revista científica ESHRE confirman estas conclusiones.
Investigación sobre los efectos del alcohol
Un equipo de científicos dirigido por la Dra. Kira Taylor, Profesora Asociada de Epidemiología y Salud de la Población de la Universidad de Louisville, realizó un seguimiento de cuatro años de los ciclos menstruales de 413 mujeres de entre 19 y 41 años. Las participantes registraron datos sobre su ciclo, consumo de alcohol e intentos de concebir mediante diarios, cuestionarios y pruebas de laboratorio. Sin embargo, no se especifica si se utilizaron grupos de control para la comparación, lo que podría reforzar la validez de los resultados. Se descubrió que beber alcohol más de seis veces por semana reducía la probabilidad de embarazo en un 61%. Los resultados se publicaron en la revista científica ESHRE, lo que subraya su validez científica.
El Dr. Taylor destacó que muchas mujeres creen erróneamente que beber alcohol durante determinadas fases del ciclo es seguro. Por ejemplo, un consumo importante de alcohol durante la fase lútea puede reducir las posibilidades de embarazo en un 44%.
Un artículo publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. en 2012 subraya que el alcohol tiene efectos negativos tanto en la fertilidad femenina como en la masculina. En las mujeres, puede provocar trastornos de la ovulación y perjudicar la calidad de los óvulos. En los hombres, el consumo excesivo de alcohol provoca una disminución de la motilidad de los espermatozoides, de su concentración y cambios en su morfología.
Efectos del alcohol sobre la fertilidad
Mujeres
El consumo de alcohol altera el equilibrio hormonal, lo que puede provocar fallos en la ovulación. También perjudica la calidad de los óvulos, reduciendo su capacidad de fecundación. Además, el alcohol afecta negativamente a las fases del ciclo menstrual, creando dificultades adicionales para el éxito de la implantación del embrión.
Hombres
El alcohol provoca una disminución de los niveles de testosterona, lo que empeora la calidad de los espermatozoides, reduciendo su número y movilidad. Además, se producen anomalías en la forma de los espermatozoides, lo que dificulta enormemente la concepción.
Recomendaciones para las parejas que planean un embarazo
- Rechazo del alcohol. Se recomienda dejar completamente el alcohol entre 3 y 6 meses antes de intentar concebir un hijo. Este tiempo es necesario para restaurar el organismo y mejorar la función reproductora.
- Estilo de vida saludable. La actividad física regular, como los paseos diarios, el yoga o la natación, una dieta equilibrada que haga hincapié en las verduras frescas, las frutas, los alimentos ricos en proteínas y las grasas saludables, así como un sueño adecuado de al menos 7-8 horas al día contribuyen a crear las condiciones óptimas para una concepción satisfactoria.
- Consejos médicos. Acuda a su médico para una evaluación de la fertilidad y un asesoramiento personalizado.
Embarazo natural y FIV
Para las mujeres que planean un embarazo natural, evitar el alcohol ayuda a normalizar las hormonas y a mejorar la calidad de los óvulos. Estos factores desempeñan un papel fundamental en el proceso de concepción e implantación del embrión.
En el caso de la fecundación in vitro (FIV), controlar el consumo de alcohol es aún más importante. Esto ayuda a garantizar unas condiciones óptimas para la preparación del endometrio y la calidad del embrión, lo que aumenta significativamente las posibilidades de éxito de la implantación.
Reducir al mínimo la exposición a factores nocivos como el alcohol, el tabaco y el estrés crea condiciones favorables para el embarazo y el nacimiento de un bebé sano. Fumar, por ejemplo, puede reducir la calidad de los óvulos y dificultar la implantación, y el estrés crónico provoca desequilibrios hormonales que dificultan la concepción. Seguir estas recomendaciones ayuda a aumentar las probabilidades de éxito tanto en la concepción natural como en la asistida, garantizando el desarrollo armonioso del feto y la salud de la futura madre.