Lo que se han de comer los gusanos, que lo disfruten los cristianos, es un refrán que expresa la voluntad de divertirse y gozar del propio cuerpo. Aprovechando la juventud y lozanía para entregarse a los placeres sexuales, antes de que los años limiten la actividad amatoria o la muerte acabe con ella.
Se suele emplear el refrán como réplica a la censura por cometer un acto de desvergüenza, por una moral relajada o por promiscuidad.
Existen otras versiones como lo que se han de comer los gusanos que lo disfruten los humanos o lo que se han de comer los gusanos que los disfruten los ciudadanos.