
Arquíloco —un poeta jonio del siglo VI a. de C.— cuenta como él mismo perdió su escudo en plena batalla cuando se encontraba rodeado de enemigos y que optó por huir en vez de acometerles.
Y que cuando todos le afearon su comportamiento y lo llamaron cobarde y desertor, él se defendió diciendo: «Sabed, amigos, que el Hades está repleto de valientes, y que no es deshonra que un pobre soldado salve lo único que tiene: la vida».