
¿Sabías por qué decimos que EL HÁBITO NO HACE AL MONJE para indicar que las apariencias engañan?
Las apariencias no siempre se corresponden con la realidad y desde antiguo se emplea esta expresión y otras parecidas, para expresar la idea.
Un proverbio medieval nos dice: Cucullum non facit monachum, ‘la cogulla no hace al monje’ y otro, con sentido equivalente, Barba non facit philosophum, ‘la barba no hace al filósofo’.
En cuanto a la expresión que nos ocupa, contribuyó a su difusión la costumbre de amortajar a los difuntos con hábitos benditos para garantizarles un juicio benigno en el otro mundo. No en vano muchas personas que habían llevado una vida licenciosa y de pecado disponían ser enterrados de esa guisa, a cambio de generosas donaciones a la orden religiosa escogida.