
El 23 de abril de cada año se celebra la «Diada de Sant Jordi», dÃa de la rosa y del libro.
Sant Jordi, patrón de Cataluña y Aragón, lo es además de Portugal, Génova, Inglaterra, Lituania, Grecia, Rusia, Georgia, EtiopÃa y otros lugares. Claro que allà lo conocen como Jorge (castellano), Gorka (euskera), Xurxo (gallego), Georges (francés), George (inglés), Georg (alemán), Giorgio (italiano), Georgos (griego) o Yuri (ruso). Como nombre proviene de gea y ergon, términos griegos que, unidos, significan «el que trabaja la tierra».
El santo caballero de la Capadocia (antiguo paÃs de Asia Menor ubicado en la actual TurquÃa), tribuno militar y consejero del emperador Diocleciano (284-305), se convirtió al cristianismo abandonando su carrera de soldado y repartiendo sus bienes entre los pobres. Por no abandonar sus creencias religiosas fue martirizado y decapitado en el año 303, llegando a ser uno de los más célebres mártires.
Son numerosas las leyendas sobre el personaje del que pocos datos reales se conocen. De culto mucho más antiguo en Oriente, fue durante la Edad Media cuando fue muy venerado en Occidente y gozó de popularidad entre la gente de armas precisamente por el hecho de haber sido caballero.
No solamente se le rendÃa culto religioso, incluso se instituyeron órdenes de caballerÃa bajo su advocación. Estas órdenes tomaron parte en las cruzadas en numerosas ocasiones, lo que favoreció un intercambio cultural y el hecho de que muchas leyendas de origen oriental se adaptaran a la realidad cristiana occidental. El fin principal de estas historias era la exaltación del cristianismo por encima de todo, por lo que la Iglesia fue permisiva y no tuvo en cuenta la veracidad de tales historias.
Según el Costumari català de Joan Amades, llegaron a escogerle como patrón de la caballerÃa y de la nobleza catalana por la ayuda que prestó al rey Pere I en al año 1094, quien ganó una batalla contra los sarracenos tras invocar al santo. Otra leyenda narra que el Conde de Barcelona, Borrell II, recobró la capital con tan solo nueve hombres que acudieron a su llamada a las montañas de Manresa y la ayuda del santo que, entre jirones de nubes, cabalgando un caballo blanco y blandiendo un relámpago por espada, los guió en la lucha.
Un feroz dragón exigÃa a los habitantes del pueblo de Montblanc que le proporcionasen alimento a diario. Como no tenÃa suficiente con los animales que le ofrecÃan y querÃa comer más, la gente del pueblo se vio obligada a realizar un sorteo diario entre los habitantes para elegir una vÃctima para el sacrificio. Un dÃa le tocó a la princesa, pero justo cuando el dragón estaba a punto de devorarla en la puerta de su cueva, apareció un caballero desconocido llamado Jordi que luchó con el feroz dragón y le dio muerte. De la sangre vertida por el dragón brotó un rosal de rosas rojas y el caballero le regaló una a la princesa como prueba de amor.
El 23 de abril no sólo se veneraba al santo en el altar, también se realizaban fiestas profanas, como las justas caballerescas y torneos que el estamento militar de la nobleza catalana organizaban en la plaça del Born de Barcelona y en las que las damas eran obsequiadas con una rosa por su caballero.
Aunque fue una costumbre elitista en un principio, se trasladó al resto de la sociedad con el paso de los años gracias a la barcelonesa Fira dels enamorats (Feria de los enamorados) en el siglo XV, cuando se repartÃan rosas entre todas las señoritas que asistÃan a la función religiosa celebrada en el Palau de la Generalitat.
El simbolismo de la rosa roja es la pasión, la espiga de trigo la fecundidad, y la senyera (bandera catalana) el patronazgo del santo.
Mucho más tarde, el escritor y editor valenciano afincado en Barcelona, Vicente Clavel Andrés, vicepresidente de la Cámara Oficial del Libro de Barcelona, propuso al gobierno central la idea de la celebración de una fiesta del libro para animar la lectura. El 6 de febrero de 1926, el gobierno español presidido por Miguel Primo de Rivera lo acepta y el rey Alfonso XIII firma el Real Decreto que instituye la «Fiesta del Libro Español» para el dÃa 7 de octubre en conmemoración del nacimiento de Miguel de Cervantes (bautizado el 9 de octubre de 1547 como consta en su acta bautismal), aunque el año 1930 se trasladó al 23 de abril, dÃa de su muerte.
En un 23 de abril, además de Cervantes (7/10/1547-23/4/1616) también murieron escritores como Josep Pla (8/3/1897-23/4/1981) y William Shakespeare (26/4/1564-23/4/1616).
En el año 1995, la Unesco instituye el 23 de abril como «DÃa Mundial del Libro y de los Derechos de Autor».
AsÃ, el 23 de abril y en celebración de la tradición, el enamorado le regala una rosa a su enamorada y ella le regala un libro a él. Aunque en los últimos años y en busca de una mayor beneficio económico, se pretende que sea el dÃa de la expresión del sentimiento amoroso (ya que el 14 de febrero y San ValentÃn tienen un arraigo más universal); asà se regalan rosas no sólo a la pareja sino a quien se quiere en un sentido más amplio (madres, hijas…) y a quien se aprecia (amigas, compañeras de trabajo…) y se regalan libros no solo a él sino también a ella. Y se ha exportado la tradición a otros paÃses. Cosas de la globalización.
Sólo escribo para decr que en alemán, Juan es Hans,no Georg
O quizás asà lo llaman en alemán pese a a la traducción de Juan.
Saludos
Muy buena la página
Tambien, el 23 de abril de 1616 murio otro escritor, cuyo nombre se mantiene en el olvido cada vez que se toca este tema: el Inca Garcilaso de la Vega. Estimo que seria justo recordarlo tambien a el, ya que no solo Cervantes y Shakespeare murieron en esa fecha.
Comentaristas, por favor, estad un poco al loro que no creo que vuestro intelecto sea tal como para ir de sobrados:
Alc112, el nombre que están traduciendo es JORDI, Jorge, George y sà Georg en alemán; nada de Juanes, que estamos hablando de Sant Jordi!!
Y Vittorio me parece muy bien que quieras nombrar a tu queridÃsimo Garcilaso de la Vega, lastima que este señor no muriera un 23 de Abril, sino un 14 de Octubre de 1536.
Venga chicos, a escribir chorradas al msn que pa’ eso está!!